PENSAMIENTO ÉTICO DE SIMÓN BOLÍVAR
Se dice que la Ética es aquella ciencia que estudia las cosas
por sus causas, universales y necesarias, se dedica al estudio de los actos
humanos. Todo acto humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona
y que esté ausente de libertad, no ingresan en el estudio o campo de la ética.
La base ética en la que se fundamentó Bolívar da muestra de
que quienes liberaron nuestra patria son hombres que alcanzaron esas posiciones
tras una sólida educación, obtenida con el estudio y la dedicación al servicio.
El pensamiento ético de Simón Bolívar, tiene un alcance
universal y una gran riqueza ideológica que se materializa en la trascendencia
de sus ideas trazando un escenario histórico cultural en el que se desarrollaron
los nuevos Estados Nacionales. Plantea la dignificación social, el patriotismo
y la independencia nacional; valores que están en la esencia misma de los
proyectos que orientaron su acción liberadora.
Bolívar tuvo dentro de sus aspiraciones el logro de una
patria nueva, no sólo por su riqueza material, sino por la grandeza del alma y
del razonamiento de sus hombres. En la realización de este anhelo los valores
morales se configuran como la fuerza propulsora hacia la perfección humana. De
ahí su marcada connotación humanista.
La ética Bolivariana constituye la base fundamental de la
educación y la ideología, encaminada a transformar la realidad social existente
en función de un orden político consecuente y representativo del poder de
todos. En este sentido, la ética siempre estuvo asociada a la independencia
constituyendo el objetivo principal de su vida expresado en valores morales
como el respeto, el patriotismo, la dignidad, el honor, la honradez que se
configuran en un ideal educativo tendiente a la libertad social y personal.
El cultivo Bolivariano de la idea de la libertad e
independencia estuvo muy vinculado a la educación y la cultura, ambas muy
deterioradas en los pueblos latinoamericanos y de lo cual da fe en el Discurso
de Angostura, el 15 de Febrero de 1819: “Uncido el Pueblo Americano al triple
yugo de la ignorancia, de la tiranía, y del vicio, no hemos podido adquirir, ni
saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las
lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiados, son los más
destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el
vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición…”
Bolívar fue uno de los primeros en analizar la realidad
social latinoamericana, considerando a la educación como una necesidad para el
ejercicio de la vida pública vista en dos direcciones: la primera, en la
educación que ha de tener el gobernante para orientar los destinos de su
nación; y la segunda, en la visión que ha de tener el gobierno para potenciar
en los ciudadanos una vida con templanza, sabiduría, y valores morales
legítimos.
La justicia para Bolívar, era la virtud esencial, siendo ésta
el establecimiento de un nuevo orden que ha de tener eres humanos, la
oportunidad y la condición externa para una buena vida.
El logro de la justicia a costa de sacrificio personal es la
más elevada virtud que Bolívar tuvo como revolucionario entregado a una causa
que lo acompaño en su vida y sus concepciones alumbrado por el sentido de
entrega a la patria y a los ideales más legítimos que haya defendido.
En síntesis, Simón Bolívar tuvo un pensamiento ético
consagrado en la aspiración de la independencia y la libertad continental, no
es éste precisamente un sistema de normas y principios coherentemente
fundamentado y articulado es sencillamente un torrente de ideas que van
emanando en sus escritos y discurso y que fueron madurando en su vida cotidiana
dejando para la posteridad lecciones morales concretas que lo ha inmortalizado
para siempre.
Por la trascendencia de sus ideales, Simón Bolívar seguirá
siendo paradigmas de los pueblos latinoamericanos que aún tienen el desafío de
hacer realidad sus sueños de lograr una América libre e independiente, en el
marco de la gigantesca crisis que compartimos con todos los pueblos de la
Tierra.
Asignación:
Elaborar un cuadro esquemático
donde representen frases celebres del Libertador y que a su vez
reflejen lo relativo a la moral y la ética concebida por Bolívar. Dicho cuadro debe ser elaborado en equipos de trabajo de tres (3) integrantes cada uno y debe ser defendido ante el profesor y demás integrantes de la sección. El mismo debe contener por lo menos diez (10) frases de las señaladas más abajo.
Los criterios a seguir para configurar el cuadro esquemático son los que se ejemplifican a continuación
- PENSAMIENTO O FRASE CELEBRE (copiar la frase escogida)
- TIPO DE DOCUMENTO (señalar que tipo de documento es: Carta, discurso, decreto entre otros.)
- FECHA (fecha del documento)
- LUGAR (lugar donde se firmó, redactó o pronunció)
- INTERPRETACIÓN (que significado tiene para ustedes la frase escogida)
Ejemplo de cuadro esquemático:
PENSAMIENTO O
FRASE CELEBRE
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FECHA
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LUGAR
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TIPO DE
DOCUMENTO
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INTERPRETACIÓN
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1
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Las
buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el
ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.
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15 de febrero de 1819
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Angostura (hoy Ciudad Bolívar)
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Discurso pronunciado ante el congreso
de angostura
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En
este breve extracto del discurso de Angostura el Libertador se refiere a las
buenas costumbres como un elemento vital para el hombre y la sociedad, pues a
raíz de la aplicación de buenos actos, y no a través de la fuerza, se
consagra la justicia.
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FRASES CELEBRE DE BOLÍVAR EN DISTINTOS
DISCURSOS, CARTAS Y ESCRITOS VARIOS
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1
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Como amo la libertad tengo
sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con
aquellos que pretenden destruirnos.
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2
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Los empleos públicos
pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga
probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos.
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3
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Yo desprecié los grados y
distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la
libertad de mi patria.
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4
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En el orden de las vicisitudes humanas no
es siempre la mayoría de la masa física la que decide, sino que es la
superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política.
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5
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Un soldado feliz no
adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las
leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
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6
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Nuestras discordias tienen
su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia
y la debilidad.
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7
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Si un hombre fuese
necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no
existiría.
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8
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La unidad de nuestros
pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del
destino.
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9
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Huid del país donde uno
solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.
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10
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Los beneficios que se
hacen hoy, se reciben mañana, porque Dios premia la virtud en este mundo
mismo.
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11
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La justicia es la reina de
las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad.
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12
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Más cuesta mantener el equilibrio
de la libertad que soportar el peso de la tiranía.
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13
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El ajedrez es un juego
útil y honesto, indispensable en la educación de la juventud
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14
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Para el logro del triunfo
siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios.
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15
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La educación forma al hombre moral, y para formar
un legislador se necesita ciertamente educarlo en una escuela de moral, de
justicia y de leyes.
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16
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En moral como en política
hay reglas que no se deben traspasar, pues su violación suele costar caro.
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17
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La esclavitud es hija de
tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.
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18
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El hombre de bien y de
valor debe ser indiferente a los choques de la mala suerte.
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19
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Sin moral republicana no puede haber gobierno
libre.
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20
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El arte de vencer se
aprende en las derrotas.
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21
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Es difícil hacer justicia
a quien nos ha ofendido.
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22
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Tengo en más un soldado de la ley que al
conquistador del universo.
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23
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La confianza ha de darnos
la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres
siempre ven y pocas veces piensan.
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24
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Tengamos una conciencia recta y dejemos al tiempo
hacer prodigios.
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25
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El castigo más justo es
aquel que uno mismo se impone
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26
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Tomemos de Atenas su Areópago y los guardianes de
las costumbres y de las leyes.
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27
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Los legisladores necesitan
ciertamente una escuela de moral.
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28
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La destrucción de la moral pública causa bien
pronto la disolución del Estado.
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29
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Yo soy siempre fiel al
sistema liberal y justo que proclamó mi patria.
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30
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Nada, sino las malas acciones, deben molestar a los hombres
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31
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Yo he hecho lo que he podido por el bien de los hombres y
de los buenos principios
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32
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Formémonos una patria a
toda costa y todo lo demás será tolerable.
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